Un resumen muy breve de las etapas y hechos más destacados de la historia de Sant Llorenç de la Muga empieza en sus orígenes, que datan del año 972, momento en el que se encontró, documentalmente referenciado, un alodio situado en la parroquia de Sancti Laurentii de Sambuca, mención que se repite en varios documentos a lo largo del siglo XI.
Desde el siglo XV a mediados del siglo XVIII hay un aumento constante y progresivo de la población. La mayoría de las casas se dedicaban a la agricultura y a la ganadería, hecho que les permitía desarrollar la actividad textil de la producción de trapos. En el municipio mismo se realizaba todo el proceso de producción de los tejidos de lana, que después de su confección final se vendían a las ciudades de Figueres, Girona, e incluso Barcelona. En aquellos años, el rendimiento de explotar los bosques también había aumentado considerablemente y provocó un aumento rápido de la población.
Cabe destacar la etapa histórica a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, en la que se construyó la Real Fundición de Sant Sebastià de la Muga (1771-1794), dedicada a la fabricación de balas de cañón y municiones. La sobreexplotación de los bosques de encinas y robles para la producción de carbón, para mantener en funcionamiento la Real Fundición, provocó un cambio radical en el paisaje de Sant Llorenç y su entorno más cercano.